BAGDAD. Los yihadistas del Estado Islámico (EI) dinamitaron ayer diez suntuosos palacios levantados por el fallecido dictador Sadam Husein en su ciudad natal, Tikrit, que forma parte desde el pasado verano del califato proclamado por el grupo radical.
Entre los palacios destruidos por los extremistas se encuentra el de Al Faruq, erigido por Hussein, quien gobernó Irak entre 1979 y2003, y que murió en la horca el 30 de diciembre de 2006.
A pesar de que fueron saqueados inmediatamente después de la caída de la ciudad, en abril de 2003, en manos del Ejército estadounidense, las fotos que los soldados publicaron entonces mostraban el lujo desmedido de sus salones, habitaciones y patios.
Ahora no queda más que escombros. Los palacios dinamitados se ubicaban en la ciudad mimada por el dictador, capital de la provincia de Saladino, a 120 kilómetros al norte de Bagdad, y lugar donde Sadam Husein nació en abril de 1937 y donde fue capturado por las tropas estadounidenses en diciembre de 2003, ocho meses después de la caída de Bagdad tras la invasión de EE.UU.